Dos razones principales que desanimaban a las empresas a actualizar su entorno de red troncal a 10GbE: El almacenamiento en discos duros tradicionales no podía aprovechar al máximo las redes de alta velocidad y los equipos de 10GbE eran demasiado caros.
A medida que han ido descendiendo los precios de las SSD, la arquitectura híbrida e incluso las configuraciones all-flash han ido adquiriendo cada vez más popularidad entre aquellas empresas que buscan optimizar el rendimiento del almacenamiento para tareas pesadas como la virtualización, las bases de datos y la copia de seguridad de grandes cantidades de datos. Con unas velocidades de acceso a la SSD medidas en gigabytes por segundo, el ancho de banda de 125MB/s de la conectividad 1GbE estándar simplemente no es suficiente. Las empresas solo pueden aprovechar al máximo el potencial de las soluciones de almacenamiento modernas pasándose a la conectividad 10GbE.
Al mismo tiempo, la investigación1 sugiere que el precio de los puertos 10GbE para transmitir datos a 1 Gbps no ha dejado de disminuir, lo que significa que los dispositivos con puertos 10GbE serán cada vez más asequibles. Las empresas nunca han tenido menos obstáculos para crear redes 10GbE. |